El papel de cada ingrediente para lograr un auténtico espresso

El término "espresso" hace referencia a tomar el café recién hecho al momento, la verdadera manera italiana de degustarlo. En realidad un italiano simplemente pide un caffé, per favore, y se sobreentiende que lo que busca es un espresso como mandan los cánones. ¿Cuáles son los ingredientes que garantizan su autenticidad?

Lo primero es disponer de ingredientes de primera calidad. Italia es uno de los países que más café importan del mundo, y cada profesional sabe escoger los orígenes que más le interesan por sus cualidades organolépticas. Además se puede escoger entre diferentes tipos de café arábica, robusta o mezcla.

Otro punto a tener en cuenta es que en el momento en que se muele el café empieza a perder propiedades, se oxida y pierde su aroma; es la razón de que los baristas solo trabajen con sus propios molinillos o con cafeteras superautomáticas que muelen el café al instante, siempre en el momento de cada preparación.

Incluso este paso se controla al máximo, pues el grosor del molido tendrá diferentes efectos en la bebida. Un molido demasiado fino podría dar un café demasiado fuerte, corto y muy amargo, pero si es muy grueso se podría perder intensidad causando un espresso con poco cuerpo y escaso sabor. Cada maestro sabe calibrar el molido con perfección milimétrica.

Con el café adecuado, fresco, recién tostado y recién molido, solo queda ajustar la cafetera correctamente. Y, por supuesto, se utiliza solo agua mineral de primera calidad, sin olor y sin sabor que enmascare al café. En casa, la mejor solución son las cafeteras superautomáticas que muelen el café en grano al instante, siempre en el momento de cada preparación. El molinillo de las cafeteras superautomáticas de De'Longhi viene con 13 grados de molienda diferentes para garantizar el mejor aroma del café. Por regla general, una posición correcta del molinillo sería entre 3 y 5.

Los italianos miman cada componente en la elaboración del café y también cuidan a diario de sus máquinas cafeteras, por dentro y por fuera. Todo el proceso se culmina preparando la cantidad prevista de volumen de café -ni muy corto ni muy largo-, en tazas adecuadas, y sirviéndolo, siempre, recién hecho.

Fuente: Elcorteingles.es


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