¿Dos tipos distintos de café o dos maneras de prepararlo? No es un tipo de café, es un tamaño y por lo mismo una concentración distinta de las propiedades del café.
La verdad es que nosotros somos unos enamorados de ambas modalidades y ante la pregunta: Ristreto vs Espresso, ¿con quién te quedas? Lo tenemos bastante claro: ¡Con los dos!
El espresso, la receta por antonomasia para el café solo. De origen italiano y ligado a una máquina con su mismo nombre, el espresso es la forma más utilizada a nivel mundial para consumir café.
De sabor y textura concentrados, ha conseguido extenderse por todo el mundo gracias a su rápida preparación y a mostrar la esencia y cualidades de cada tipo de café en su máximo esplendor.
Es famoso también por sus múltiples variedades: Simple, largo, corto, cortado…
Hay tres cuestiones fundamentales que diferencian al ristretto de lo que denominaríamos un espresso:
- Un equilibrio diferente: Esto se explica porque los compuesto del café se disuelven en agua a distintas velocidades. Como es lógico, el ristretto contiene un mayor número de compuestos de extracción rápida y por lo tanto, un equilibrio distinto al de un espresso.
- Una cantidad de extractos menor: Continuando en la línea de lo explicado anteriormente, en un ristretto se extraen menos compuestos del café que en un espresso. De ahí que por lo general, contengan un grado de cafeína inferior.
- El ristretto es más concentrado. Al tratarse de la primera parte de la extracción, es más concentrado, con un color más oscuro y un sabor más potente. Esto es un punto muy a tener en cuenta si lo tomamos solo.
Un truco está en la velocidad con la que pasa el agua, con más lentitud y el sabor sea más intenso, o en menor tiempo para una extracción suave. Siempre cuidando de no obstruir el paso del agua, ya que resultaría una bebida amarga y sin aroma. Igual sucede si el agua excede los 90°.